domingo, 5 de junio de 2011

Los diferentes tipos de piel

Ahora que ya conocemos las diferentes partes de nuestra piel y los diferentes procesos que se dan en ellas podemos entender mejor el funcionamiento de nuestra piel. Para rizar el rizo y conocer con más exactitud qué tipo de cuidados, ingredientes y tratamientos nos convienen debemos determinar mediante la observación qué tipo de piel tenemos.

Muy sencillo, si aún no sabes qué tipo de piel tienes, o quieres repasar todos los tipos que existen atent@ a la siguiente explicación:

Consultando varios libros de cosmética diversos autores se encargan de recoger los diferentes tipos de piel y agruparlos en diferentes grupos. Generalmente en cosmética se suelen agrupar en tres: seca, mixta y grasa. Yo también pensaba que solo existían estos tipos, pero lo cierto es que muchos otros autores describen  hasta 6 tipos más, poniéndonos con 9 tipos en total.Creo que es positivo realizar una clasificación con más de tres tipos de piel, pues cada una es única, y cuanto más se abra el abanico más fácil será sentirnos identificad@s con uno en especial.

Para saber un poco por dónde van los tiros y antes de enumerar y explicar cada tipo de piel decirte que si realmente a día de hoy no sabes qué tipo de piel tienes puede que sea probablemente porque tu piel es normal o mixta, y nunca te ha dado ningún problema como resequedad o exceso de grasa.

Allá vamos:

La piel joven sería uno de los primeros tipos de piel con los que nos encontramos, lisa, blanda, sin arrugas y limpia.

Como si de polos opuestos se tratara, la piel envejecida es la siguiente, y se caracteriza por mostrar de manera creciente formación de arrugas, tiende a resecarse y a producir grasa (en diferentes zonas). En ella se ve disminuida la capacidad de almacenar humedad y la renovación dérmica se ralentiza(proceso que se produce en la epidermis, explicado en la anterior entrada!).

 La piel grasa, una de las grandes conocidas, es compacta, con un leve tono brillante debido a la grasa, y presenta los poros dilatados con mucha frecuencia. A menudo en ella se da la formación de espinillas.

Cercana a ésta, la piel acnéica, que aparece sobre todo durante los años de adolescencia. Es consecuencia de un trastorno de la piel de origen hormonal, en el que la hipersecreción de grasa obstruye e inflama los poros. Es muy recomendable que el acné sea tratado por un médico.

En el lado opuesto la piel seca, casi siempre sin brillo, muy sensible, frecuentemente enrojecida y con poros finos con tendencia al incremento de la descamación. En ella el déficit de hidratación y de grasa suele originar la prematura aparición de arrugas.

Muy cercana a esta, la piel descamada, la cual presenta un aspecto poco saludable y muy descuidado, producido por las escamas que no se han desprendido por completo de la piel. Tiene tendencia acumular suciedad e impurezas (a causa de esto, la piel no puede “respirar” bien).

Relativa a esto, la piel sucia, tipo de piel que se caracteriza por inflamaciones localizadas (causadas por la obstrucción de los poros). 

Otra es la piel normal, tersa, lisa y blanda según la edad. No brilla ni está tensa.

Y por último la piel mixta, que se suele confundir con la anterior, pero ésta se caracteriza por presentar simultáneamente zonas secas (ojos, boca y cuello)  y grasas (normalmente la zona de la T; frente, nariz y barbilla). El objetivo sería equilibrar la secreción de grasa en las dos zonas.

Y tú, ya sabes que piel tienes?

                                         Ricitos : )

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